Llamé a Cat. Seguro que fliparía. -Eh Cat.- la saludé a través del auricular del teléfono.-¿Que pasa Duf?¿Ya te has animado a mentir?- Tosí y solté una breve risa.-Creo que no va ha hacer falta, porque Kay la ha convencido.- le informé.-¡Ohhh!¡Eso es genial,Duffy! Ese chico es la bomba. -yo sonreí.-Si, es genial.- respondí.- Oye, necesito que me prestes ropa.-¡Por supuesto! Pasate por mi casa mmm... cuando quiras, el concierto es en tres horas. Aún son las cuatro. - dijo mi amiga. - Si, le pediré a Kay que me lleve.- Pobre, ni que fuese tu chófer. El que te deje aquí y luego vas al concierto conmigo. - sugirió . Llamé a Kay unos minutos después de cortar con Cat. .- ¡Kay!¿Que estas haciendo?-le pregunté tumbada en mi cama. - Pues nada, ver la tele con mi hermana.¿Porque?.-yo me sobresalté. Su hermana. Si conocía a Kay desde hacía muchos años, a su hermana la había visto dos...- ¿Puedes llevarme a casa de Cat?- pregunté mordiéndome el labio. Quizás era mucho pedir. -Duf...-¡Venga ya, llévala,así estais un rato a solas!- escuché decir a lo lejos.-¡Oak, callate!-dijo él.-Bueno, de acuerdo. Vente a mi casa , en cuanto estes preparada.-respondió molesto. Me vestí rápidamente y avisé a Cat de que en pocos minutos estaría ahí. Me puse las converse y salí rápidamente hacia la casa de mi vecino.
Toqué el timbre.Una mujer con pelo negro recogido en una trenza de espiga, con una camiseta de cuadros y unos vaqueros cortos me abrió la puerta. - ¿Tu eres Duffenne? - yo sonreí. Nadie me llamaba Duffenne desde hacía....¿cuánto? ...¿10 años? - Duffy, mejor.- ella sonrió. -Kay está en el garaje, esperándote. Yo la miré y sonreí. -Genial...-logré articular, intentando calmar el calor que subía por mis mejillas. Ella me llevó al garaje, aunque no necesitaba sus indicaciones, me deje guiar. -Hola Duff. - dijo el sonriendo. -¿Que te piensas poner para el concierto. - me preguntó. -La verdad es que no lo sé. Cat me va a dejar algo. El abrió los ojos.-¡¿Cat?! Su estilo es un poco más...explosivo que el tuyo ¿No crees? - yo solté una risita, la cual se cortó al escuchar los pasos de Oak, había olvidado que estaba ahí. -Si quieres yo te puedo prestar algo. - dijo. ¿Cómo me iba a prestar ella algo? Res`piré hondo y me giré. -No creo que...me vaya a quedar bien, quiero decir...tú...emm... tu tienes más...más de eso.No quiero decir que estes gorda, ni mucho menos. -Oak frunció el ceño. -Se lo que quieres decir,ven a mi habitacion. - lo de perseguirla a su habitación fue un acto involuntario, luego me di cuenta de las repercusiones. Cat se enfadaría. -Oye Oak, tengo que lamar a Cat.-Ella sonrió.-Mandale un mensaje. Es más rápido. - dijo sutilmente y se aproximó a su armario. -¿Cómo quieres ir?-me preguntó.-¿Quieres impresionar a algún chico?-aquello me hizo gracia. Había alguien...Kiev Grant, pero era amigo de Kay, así que si Oak se lo largaba a Kay estaba perdida.- Sí. -aquel monosílabo la desconcertó. Y al instante sacó un vestido de palabra de honor negro con una cinta plateada en la cintura. Era precioso. La espalda estaba descubierta. -¿Te gusta?- me preguntó.-Es...precioso.-¡Pues manos a la obra!
